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martes, 2 de agosto de 2011

4: De cómo Nig recibe un castigo que la hace feliz.

Albus echó una mirada a la bibliotecaria, que parecía seguir traumatizada (pero más relajada) y, seguidamente, al viejo mapa llevaba en la mano.

-Me cagüen… ¡Viene Slughorn!!!-Sus amigos se giraron con curiosidad, preguntándose cómo podía saberlo Albus, el inocente Albus. Sin embargo, Fred sonreía con suficiencia, sabiendo perfectamente cuál era la infalible “arma” del niño, ya que él la había utilizado ya. Le dedicó una mirada cómplice antes de desaparecer. Entonces Nig escondió la piedra, algo asustada, ya que en esta había aparecido un extraño signo:

En aquel momento el profesor entró en la biblioteca, mirando alternativamente a cada uno de los alumnos antes de decir con seguridad:
-30puntos menos para Gryffindor y 60menos para Slytherin, ni me contéis lo que ha sido esta vez. Aunque no me lo esperaba de ti, Rose Weasly.-Rose iba a protestar, a decir que era inocente de todo ese alboroto cuando el hombre añadió:
-Ah, y  Weasly, Nig, ven conmigo.-Nig se encogió de hombros y dirigió una mirada alentadora a sus amigos antes de desaparecer por la puerta detrás del profesor.

   -Mira Weasly, no sé qué tienes entre manos, pero no pienso dejar que pase lo de la otra vez en los baños de chicas.-Nig sonrió al recordar aquel momento, que bien se lo pasó aquel día...-No te rías jovencita, no sabes lo que costó hacer que aquello volviera a tener el aspecto de un baño. Pero esa no es la cuestión, el castigo que vas a tener ahora no se utiliza desde hace exactamente desde hace 25 años y no es exactamente un castigo, pero alguna excusa tenía que tener para meterte en el equipo de quidditch…-Los ojos de Nig brillaron intensamente. “Cuando se lo diga a Harry…” Pensó ilusionada.- Como bateadora.-La sonrisa de Nig se ensanchó aún más. “Y encima podré cargarme a James con una buena excusa…”-Así que ya sabes, mañana después de las clases.-Nig fingió seriedad, asintió y dejo marchar al profesor, aunque en cuanto este desapareció se puso a bailar de la ilusión. Lo que no sabía era que le esperaba una sorpresita para nada agradable aquella misma noche...

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